DOS ESTUDIANTES MEXICANAS TRANSFORMAN AGUAS NEGRAS EN COMBUSTIBLE
Jeimmie Espino Ramírez y Lisset Neri Pérez estudian Ingeniería Química Industrial en el Instituto Politécnico Nacional. Su prototipo, compuesto de un purificador y un electrolizador, transforma aguas negras en combustible.
Conoce más sobre este extraordinario invento hecho en México y el gran potencial que tiene para transformar a las comunidades marginadas del país.
¿Cómo funciona?
El prototipo, llamado Gimfi (agua sucia en lengua otomí), consta de dos partes: un purificador y un electrolizador.
El primero utiliza un filtro con capas de algodón, arena, carbón, mármol, grava y tezontle. Cada una de estas capas filtra diferentes partículas orgánicas y sólidos. Cuando el agua contaminada atraviesa por todas ellas, llega al otro lado sin olor ni color. Además, se obtiene un agua rica en minerales, ideal para producir combustible.
De proyecto escolar a innovación
Jeimmie y Lisset llevan más de tres años desarrollando el prototipo, que pasó de ser un proyecto escolar a una prometedora innovación. Con la ayuda del profesor Martín Daniel Trejo Valdez, realizaron una ardua investigación enfocada a resolver los problemas que presentaba su proyecto.
Gimfi puede fabricarse en versión fija o portátil y está pensado para ser utilizado en comunidades marginadas, en donde el acceso a gas y otros combustibles es limitado.
De cara al futuro
Actualmente, Gimfi se conecta a una corriente eléctrica para realizar el proceso de electrólisis, pero las jóvenes inventoras buscan incorporar celdas solares a su prototipo para hacerlo sostenible y aumentar su viabilidad.
Las estudiantes del Politécnico no descartan patentar esta tecnología y llevarla a muchos otros lugares en donde se necesite.
